Premio nacional de narrativa 2.007 Novela epistolar de un gran conocedor de la cultura española durante todo el siglo XX. |
PUNTUACION 3/5
El contenido de la obra se nos transmite íntegramente como una peculiar novela epistolar.- Mediante una sucesión de cartas, de informes policiales y diplomáticos se nos presentan retazos de la vida de los destinatarios y firmantes de ellas y de las pesquisas policiales y judiciales.- La correspondencia cursada durante un margen temporal amplio que abarca casi todo el siglo XX, desde 1920, hasta finales de siglo, entre distintas personas de heterogénea condición, de profesiones tan dispares como escritor, actor, profesor universitario, locutor de radio, camarero, estudiante, albañil, policia, director de cine, de distinto género y tedencia sexual, e ideología política y edad, es el canal de expresión utilizado con brillantez por Vicente Molina Foix, para escribir ésta novela.
Quien interprete a priori que esta limitación en cuanto al continente narrativo aventura un libro espeso y aburrido, podrá descubrir, a medida que se inicia la lectura, la fluidez y ritmo creciente de la obra. Las misivas desvelan sorpresas, conexiones entre los personajes, desenlaces y concomitancias vitales inesperadas, urdiéndose inteligentemente entre si en la obra, entramando una auténtica novela coral atractiva y sugerente, atípica.
La última carta es un email de 1999, que nos sorprende, reubicándonos a la actualidad y transcribe un anuncio en el que un avieso, corrupto y misceláneo delator policial pone a la venta en internet muchos objetos requisados por la policía franquista a personajes famosos. "Vendo por necesidad perentoria, hallándome en extrema precariedad económica y muy avanzada edad, una colección de recuerdos auténticos de escritores de solera y personalidades culturales" Toda está caterva de piezas ofertadas en la red engarzan en el relato a todos los partícipes.
Pese a la aparente disparidad de los personajes la mayoría de ellos están relacionados, tangencialmente unidos dentro del relato por nexos argumentales, con paralelismos que constatados accidentalmente a través de la lectura, dosificados, entrelazados entre el contenido de las cartas y los documentos de las diligencias policiales y procesales, van urdiendo una trama novelística compleja y densa.
La mayor virtud del relato consiste en la conexión entre personajes reales e imaginarios, en los que respetando la realidad historicista de la novela se genera una trama compleja y plural. Los escritos tiene lugar de emisión y recepción dispares, como Madrid, Elche, Barcelona, Basilea, Londres, México, Marruecos, Valencia, entre otros, en una dimensión cosmopolita y planetaria del contexto de la obra, centrada en la realidad española, pero con tintes de las distintos países en donde residen los personajes.
La temática subyacente es la guerra civil, las escisiones sociales por ella provocados, las represalias hacia los perdedores y su precaria y fiscalizada integración en la España de la postguerra, junto con la alternativa del exilio político y la emigración laboral fuera del país, la apertura al sexo, el aborto, la asimilación de la homosexualidad. Como nexo de unión de toda esta compleja temática, aglutinando todos los escritos, encontramos constantes referencias culturales a escritores, directores de cine, e intelectuales españoles, creando un caleidoscopio de matices precisos del contexto y evolución de las tendencias y pulsiones creativas de la España del siglo XX.
Las cartas y documentos se acomodan a la formación académica y escala social del remisor de las mismas, variando el estilo conforme avanzan las fechas en las que son escritas, adaptándose los estilemas y contenidos a los cambios acometidos en España.
Junto a personajes imaginarios hay constantes referencias a personalidades reales, mayoritariamente gravitadas en el ámbito de escritores e intelectuales, entre los que cabe citar, además del propio Molina Foix, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Miguel Hernández, Rafael Alberti, María Teresa León, Carlos Bousoño, Ortega y Gasset, Luis García Berlanga, Javier Solana, Fernando Sánchez Dragó Eugenio D´Ors, Buñuel, Almodovar, Felix Azua, receptores de algunas de las cartas elevados a la categoria de personajes con entidad en el relato.-
La obra es todo un desafío técnico para un escritor, al verse obligado a cambiar de registro en cada uno de los personajes, en su respectivo ámbito profesional, acomodándolo a las limitaciones en su caso de la censura franquista y al uso forense de transcripción de informes, y modificarlo para adaptar el estilo a los cambios operados en el léxico y a la inclusión de nuevas palabras y expresiones en la sociedad española, en constante cambio, simultáneo a la apertura del régimen franquista y al contacto con ambientes europeos de mayor libertad expresiva.
El escritor Molina Foix es muy conocido en los ambientes literarios, como escritor y crítico de novela, poesía y como cineasta y además como reputado crítico literario y cinematográfico, y a su vez, motejado de visceral al haber sido participé de polémicas y escándalos, como el que en 2.002 protagonizó con el crítico Manuel García Viñó, riña acompañada de insultos y una bofetada recibida de Viñó y patada de respuesta de parte de Molina Foix, en los locales de grabación del programa literario televisivo "Negro sobre blanco" de Fernando Sánchez Dragó, y al que siguió en 2009, la airada critica al Premio Nacional del Cómic, instituido dos años antes, en un artículo titulado Dibujos animados, generador de una fuerte polémica, especialmente en la red.-Una novela compleja, interesante, perfectamente ejecutada, en ocasiones demasiado elitista en cuanto a la asimilación de conceptos de vanguardia artística.
Pues ni conocía esta obra, ni he leído nada de Molina Foix. Gracias Javier,por la reseña tan completa. Y otro libro que apuntamos:-)
ResponderEliminarPatricia
Es un libro muy inteligente y válido, muy difícil de escribir, con constantes flirteos con el cine español, de hecho él es director de varias películas, principalmente el cine experimental de Buñuel y sus contemporáneos.
ResponderEliminarYo, por desgracias, soy un ignorante en esa materia y por este motivo no he podido captar los inumerables matices cinematográficos expuestos en la novela.- Personas más preparadas, como es tu caso, seguro que lo disfrutas y saboreas más que yo. Es una buenísima novela. Como llevas la lista de lecturas pendientes.... a mi, me da hasta verguenza revisarla.
Antes tendía a ir comprando libros como otros camisetas. Hasta que cogí la costumbre de una amiga chilena que en lugar de ir comprando -según se le iban antojando- los iba apuntando en un cuadernito. Algo que está muy bien, porque llega un momento que te preguntas si te queda tanto tiempo de vida como para abarcar lo que tienes en las estanterías. Y eso cuando no te apetece releer, o desempolvar como has hecho tú con los de poesía...
ResponderEliminarTu reseña me ha invitado 100% a la lectura de Moix, pero no tu comentario, que ya te he dicho que soy una mera aficionada al cine!:-)Sencillamente, disfruto viendo pelis. Aunque si habla de cine, es cierto que es un aliciente más.
Abrazo,
Patricia
Disculpa si te ha ofendido mi comentario sobre el cine. No entiendo de cine, pero si de empatía y cuando alguien habla con tanta soltura de un arte, acumula conocimientos y sensibilidad suficiente como para acreditar un comentario con solvencia de calidad. A mi me ocurre con la pintura, soy un mero aficionado pero lo suficiente como para emocionarme cada vez que el libro fluctúa hacia ese genero. Ese fue el sentido de mi comentario.
ResponderEliminarPero bueno Javier!! que no me he ofendido ni nada ;-) Sólo que se me salen un poco los colores cuando dices que estoy preparada en materia de cine... me gusta mucho, eso sí. Como lo que dices que te pasa a ti con la pintura, pues a mí con el cine.
ResponderEliminarSaludos de verano,
Patricia