«Me llamo Victoria, hoy cumplo 16 años y hoy voy a suicidarme»Así comienza un relato que nos habla de Victoria, una joven adolescente que no puede más y el día en que cumple los 16 opta por un suicidio en el que lleva pensando seis años como medio para poner fin a un sufrimiento continuado infringido por su padrastro, Marcos Ruano, un médico de renombre en la ciudad. La idea es vengarse de él dejando una nota de suicidio delatora que en lugar de ser encontrada por la madre o la policía, extrañada por esta ausencia, es hallada por el padrastro, que la oculta pero no la destruye. Victoria sigue presente en la novela como un espectro que en los primeros momentos no puede más que asistir a los hechos y transmitirnos sus pensamientos sin participar ni dar indicaciones a los vivos. Una niña ha desaparecido en la ciudad y el padrastro tiene mucho que ver en ello. Poco a poco Victoria consigue mover las cosas y mediante determinados hechos va conduciendo a su madre y a la policía, la inspectora Ramos, en el cerco del padrastro, que no conforme con el suicidio de Victoria planea el asesinato de su mujer y de la niña …
Me llevó menos de una hora la lectura de sus 16.398 vocablos. Se trata de un tema duro, de actualidad, una historia muy rápida, con algunos «flashbacks» aclaratorios y con un planteamiento de fantasía bien llevado aunque no novedoso, que seguramente en plumas de escritores o escritoras más avezados habrían dado más juego. Pero esto es solo una opinión, porque la historia sirve de distracción y toca un tema que pone los pelos de punta cual es el asunto de los abusos sobre los menores precisamente por sus propios progenitores, algo que mucho me temo estará ocurriendo en estos mismos momentos en muchos hogares, especialmente en caso de segundas o posteriores parejas. Algunos giros y cambios de ritmo en la narración me han parecido extraños pero quizá añaden un plus en el interés, que sube a ritmo creciente a medida que se avanza en la lectura para conocer un desenlace que no se deja atisbar.
Al parecer en sus primeras ediciones presentaba faltas de ortografía, por las que la autora pide disculpas al final, pero han debido ser corregidas pues no he notado ninguna en la edición descargada. Esto es la maravilla de los libros electrónicos, que siempre pueden ser actualizados y arreglados.
Yo también le he dedicado una hora, pero que hora más dura, me resulta admirable la imaginación de algunos escritores, y sé que la realidad puede llegar incluso a ser mas dura, pero creo que me arrepiento de haberlo leído, no quiero pensar en que exista gente como la descrita en este relato.
ResponderEliminarYo me lo leí en verano de este año y la verdad es que me impactó mucho. Me resultó muy dura su lectura porque trata de un tema tan horrible como desgraciadamente real. Es una hora de lectura intensa y en muchos momentos extremadamente desagradable.
ResponderEliminarMe esta tentando leérmelo, pues el mejor elogio para un relato es un intenso e indeleble impacto en el lector, provocándole sensaciones, incluso desagradables. Muchas gracias a todos.
ResponderEliminar