BÚSQUEDAS en este blog

lunes, 2 de febrero de 2015

El señor de las moscas, de William Golding

William Golding fue un escritor y poeta inglés nacido en 1911 y considerado como uno de los grandes autores en lengua inglesa del siglo XX: Se formó en Oxford en literatura inglesa y con 23 años publicó sus primeros poemas. Tras su participación activa en la Segunda Guerra Mundial enrolado en la marina inglesa se dedicó a la enseñanza y retomó sus actividades literarias escribiendo esta novela, una de las más conocidas y que vio la luz en 1954. Otras obras suyas que pudieran ser destacadas son « Martín el náufrago», «La oscuridad visible» o la trilogía del mar compuesta por «Ritos de paso», «Cuerpo a cuerpo» y «Fuego en las entrañas». Obtuvo el Nobel de literatura en 1983 y llegó a ser ordenado Caballero de la Orden del Imperio Británico. Falleció en 1993 mientras trabajaba en su última novela, que hubiera llevado por título «La lengua oculta».

Una treintena de muchachos sobreviven a una accidente en una isla desierta. Ningún adulto está con ellos y desde el primer momento surge la idea y la necesidad de organizarse mientras suspiran por la aparición de un barco en el horizonte que se acerque a la isla y los devuelva a casa. Dos personalidades destacan desde un primer momento: Ralph, que es elegido jefe en la primera asamblea y Jack, un líder nato con características más pendencieras y que tiene gran influencia sobre un grupo que gusta de actividades más aventureras y dejarse llevar más por el disfrute que por el trabajo y la organización. Junto a ellos, más afín a Ralph que a Jack, encontramos a «Piggy» que a pesar de sus corta edad tiene la cabeza muy bien amueblada y da certeros consejos que no siempre son escuchados. Sus gafas son vitales en la iniciación del fuego que acuerdan mantener siempre activo en la parte más alta de la isla para poder ser vistos desde la mayor distancia posible. Curioso el uso de una caracola como símbolo de la persona que está en uso de la palabra en las asambleas multitudinarias. Ralph opta por organizar la vida de todos en la isla construyendo refugios y estableciendo unas normas básicas de convivencia en donde cada uno tendría su cometido colaborativo. Los grupos van encontrando cada vez más diferencias entre ellos por la animosidad de Jack que reta de forma constante y provocativa a Ralph provocando la desobediencia en sus seguidores hasta que logra la escisión. Las tensiones van en aumento a pesar de los intentos de Ralph y Piggy hasta que llegan a las manos y más que ellas en un enfrentamiento que supone un baño de sangre. El desenlace final queda para los curiosos lectores que se animen con ella.

Se trata de un clásico muy recomendable con sus 256 páginas conteniendo 64.418 vocablos que se lee con facilidad. El título hace referencia a la cabeza de un jabalí cazado que sitúan en una pica como ofrenda a un supuesto monstruo que no acaba de dejarse ver claramente. Por momentos me ha resultado pesado por la repetición de explicaciones sobre las acciones de los protagonistas o el abuso, a mi entender, de diálogos demasiado cortos y redundantes sobre situaciones así mismo redundantes. Pudiéramos considerarla una semblanza de la sociedad, en la que con suma facilidad se opta por solventar las diferencias mediante barbarie y conflicto en lugar de trabajo, disciplina y tolerancia. En suma pues, una reflexión sobre la naturaleza humana, una obra de alcance social y que bien debiera ser leída por todos por las enseñanzas que de ella se pueden deducir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

opiniones