@operacionpicass Pedro Saugar Segarra, nacido en cuenca en 1964, es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. En la actualidad vive en Cuenca y trabaja en la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. El paso de lector voraz a escritor novato no se atrevió a darlo hasta que la crianza de sus hijas le fue dejando algún hueco de tiempo del que antes carecía, siendo «Operación Picasso» su ópera prima y, hasta la fecha, única obra literaria. Sus aficiones principales, aparte de la literatura y la familia, son la frecuentación de los amigos, el deporte, el cine y los viajes. El propio autor manifiesta sentirse atacado por el virus de la escritura.
El relato de «Operación Picasso» comienza en 1964 comentando de forma sucinta el fallecimiento de «Macru», María Crescencia Box Muñoz de Linuesa. A partir de ahí, tres hilos conductores constituirán la estructura de la novela que se desarrollará en Cuenca, Madrid y París en tres épocas dispares, 1897, 1905 y 2013. Un descubrimiento sorprendente en la época actual conectará los comienzos de Pablo Picasso en los ambientes madrileños y parisinos con un joven conquense en los años finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Madrid, quince de junio de 1.898. Ni siquiera el luminoso día que se levantó hoy, puliendo el espejo embarrado del cielo de Madrid tras dos jornadas de lluvias torrenciales, pudo levantar ni un ápice nuestro ánimo, más bajo aún que el espíritu de nuestras sufridas tropas en ultramar, configurando en el trayecto a la estación nuestras caras y nuestros ademanes derrotados una suerte de ensayo del inevitable desfile de capitulación de las mismas. Pablo se ha ido. Sí, es verdad que lo sabíamos desde hace tiempo, incluso alguno llegó a profetizar al inicio que no acabaría el curso, cuando Muñoz…
Sus 396 páginas conteniendo 74.834 vocablos suponen una lectura densa y un reto considerable para el lector. La apuesta del autor por dividir la obra en casi un centenar de capítulos muy cortos, que transcurren en escenarios y épocas distintas, es cuando menos arriesgada, pues somete al lector a un cierto descontrol sobre el desarrollo de la acción, cuya ligadura aparece prácticamente en los momentos finales. Los comienzos parisinos de Picasso en la búsqueda de su identidad como pintor y sus arrebatos pasionales y el mundo de Cuenca en sus manifestaciones de Semana Santa y fiestas son el fundamento de la historia, con una fabulación muy conseguida por el autor a través de una prosa fluida, rica en vocabulario, aunque por momentos impostada en sus detalles. El lector necesitará prestar mucha atención a los títulos y fechas de los capítulos y armarse de paciencia para soportar una cierta pérdida de control en el encaje de los personajes que fluyen rápidamente en épocas y escenarios distintos y que nos cuentan sus andanzas en primera persona.
…encontrado un diario inédito de Fernande Olivier y ha hecho las maletas por si acaso. Es vox populi que cualquier novedad relacionada con el gran pope Picasso mueve mucho dinero en el mercado negro...En fin, esperemos que lo que nos descubrió Lucio sea únicamente casualidad, fruto de su propia condición de espía…
Como digo, la apuesta capitular y el troceo del relato son arriesgados. De hecho, al final de las páginas hay un índice del entrelazamiento de los capítulos en la acción. Podría ser un buen ejercicio el leer los tres hilos por separado. La fabulación sobre los ambientes y algunas historias, como el asesinato, el robo o la sociedad secreta Conca Lux ayuda a dar fluidez a una historia que rompe con los ambientes cerrados y opresivos de la época. El lector que insista en la lectura se verá sorprendido progresivamente con el misterio que rodea a una posible primera versión desaparecida de «Las señoritas de Avignon».
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