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domingo, 1 de julio de 2018

El laberinto de los espíritus, CEMENTERIO DE LOS LIBROS OLVIDADOS 04, de Carlos Ruiz Zafón

@ZafonOficial

Libro correspondiente a la 24 edición del Club de Lectura de ALQS2D durante el segundo trimestre de 2018.

Carlos Ruiz Zafón, nació en Barcelona en 1964 y estudió Ciencias de la Información, comenzando su andadura laboral en el mundo de la publicidad y llegando a ser director de una importante agencia catalana, pero en 1992 decidió dejarlo todo y dedicarse al mundo de las letras. Sus primeras novelas exploraron el mundo juvenil con un cierto éxito, lo que le permitieron fijar su residencia en Estados Unidos: «El Príncipe de la Niebla (1993)», «El Palacio de la Medianoche (1994)», «Las Luces de Septiembre (1995)» y «Marina (1999)». Pero su consagración vino de la mano de la primera novela de la saga conocida como «El cementerio de los libros olvidados». En 2002 vio la luz «La sombra del viento» que alcanzó gran fama y difusión siendo traducida a numerosos idiomas. Seis años más tarde, en 2008 publicó «El Juego del Ángel», que llegó a convertirse en best seller a la sombra del anterior. El tercer libro de esta saga se publicó en un ya lejano 2011 con el título «El prisionero del cielo» provocando un gran revuelo porque su versión electrónica se filtró a la red días antes de su publicación oficial. Este que comentamos hoy, publicado en 2016, «El laberinto de los espíritus» cierra la saga. Más información en la página web del autor.

Los hechos relatados en el tercer libro de la serie dan pie a una historia de corte policíaco que se desarrolla en las ciudades de Madrid y Barcelona. La agente encubierta Alicia Gris secundada por el policía Vargas siguen la pista de la extraña desaparición del prohombre Mauricio Valls, ministro en otros tiempos y antiguo director de la prisión de Monjuitch, en la que en el pasado tuvieron lugar hechos relevantes con personajes relacionados con la historia de la familia Sempere. Daniel Sempere trata de esclarecer puntos negros de la historia de su familia que conectarán con la investigación de Alicia y Vargas, que irán pasando por misteriosos y sangrientos sucesos hasta llegar al fondo de la historia pagando un alto precio. Al final, el último Sempere, Julián, ya en los 90 es el encargado de escribir los libros que desvelarán la historia de la familia.
La verdad nunca es perfecta y nunca cuadra con todas las expectativas. La verdad siempre plantea dudas y preguntas. Solo la mentira es creíble al cien por cien, porque no tiene que justificar la realidad sino sencillamente decirnos lo que queremos oír.
Con algo de reserva me atrevería a recomendar dos cosas. La primera, más necesitada de tiempo, es leer toda la saga completa de nuevo. Las historias se recuerdan meramente, pero se olvidan. La segunda sería el empezar la lectura de este libro por su parte final, el apartado titulado «El libro de Julián» que servirá de resumen para los que hayan leído los anteriores o de introducción para los que no lo hayan hecho. La mejor opción es la primera, pero nos llevará muchas horas el leer los cuatro libros que no son precisamente pequeños.

En este libro el lector encontrará un poco de todo: novela negra, policíaca, costumbrista, familiar… Intriga y aventura a raudales muy atractivas basadas en el personaje de Alicia Gris, una fría y calculadora agente rescatada de la muerte cuando era niña en la Guerra Civil y entrenada para las misiones más audaces y peligrosas por el oscuro personaje de Leandro, que juega con siete barajas a la vez. La cooperación con el capitán de la policía Vargas durante la investigación conlleva una gran compenetración distante y lejana a la vez, salpicada con chispeantes ocurrencias de ambos que recuerdan —todas las comparaciones son odiosas— a otras parejas españolas famosas como Bevilacqua y Chamorro de Lorenzo Silva o el detective Falcó de Arturo Pérez Reverte. El lector disfrutará con los escenarios y las situaciones, con los giros continuos de una acción electrizante para llegar al final —parce que no va a ocurrir nunca— a la conexión de la historia con los libros anteriores y con el culto a los libros, a la literatura y a la vida. Nuevamente en escena tendremos al hilarante y ocurrente Fermín Romero de Torres, salvador por segunda vez de la vida de Alicia, que hará las delicias del lector que guste de un lenguaje ocurrente y chispeante. Aunque por momentos la historia pudiera resultar artificialmente alargada, la prosa ágil, el lenguaje gótico-romántico y los numerosos diálogos intercalados llevan al lector en volandas.
Bajó por Puerta del Ángel hasta la catedral y de allí se perdió por la curva de la calle de la Paja que bordeaba los restos de la muralla romana y enfilaba el descenso hasta la calle Aviñón a través del barrio judío del Call. Siempre había preferido las calles que no tenía que compartir con tranvías y automóviles. Allí, en el corazón de la Barcelona antigua donde ni las máquinas y ni sus discípulos conseguían penetrar, Alicia quiso creer que el tiempo discurría en círculos
Recuerdo que me decepcionó un poco el segundo libro de la saga, pero la fuerza de los otros tres me piden sacar tiempo, algún año de estos, para releer la saga completa. Conocida la historia en general, se trataría de disfrutar de las situaciones y los personajes, algo así como ver una película por segunda vez poniendo el foco en los decorados y los personajes secundarios. Me consta que algún asiduo de este blog se ha leído recientemente los cuatro libros de un tirón, así que esperamos sus comentarios sobre el particular.



1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Lei "La sombra del viento" hace muchos años y sólo recordaba que me gustó así que al publicarse el cuarto y último de la saga me puse a leer la serie completa aunque cada libro se pueda leer de forma independiente. Unas 2800 páginas que no se me han hecho largas para nada. Lo que pido a una novela es entretenimiento y diversión y de eso hay a raudales, primero por la cantidad de tramas, historias y personajes que se cruzan por el escenario, todo muy bien dibujado y entrelazado, y por otro lado la diversión la aporta Fermín, "menudo personaje". También me ha recordado inevitablemente a "El Conde de Montecristo", mi novela de juventud favorita que leería seis u ocho veces, y coincido en lo de la segunda parte, que no me ha decepcionado pero me ha parecido como fuera de lugar, aunque en general le doy a la serie un notable alto. Lástima no poder conocer a Fermín, Alicia y por supuesto ese "Cementerio", pero por algo es ficción.

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