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viernes, 24 de agosto de 2018

El bosque sabe tu nombre, de Alaitz Leceaga

@AlaitzLeceaga ‏Pocos datos biográficos hemos podido encontrar de Alaitz Leceaga, bibaína, nacida en 1982, gran entusiasta de las novelas de misterio y terror que se ha prodigado con sus relatos en portales de internet, habiendo tenido numerosas visitas y multitud de comentarios favorables. Con algunas publicaciones anteriores, «El bosque sabe tu nombre» ha supuesto un reconocimiento general en el mundo editorial estando prevista su traducción a varios idiomas e incluso ser llevada al cine.

A finales de los años veinte del pasado siglo, el XX, en la casa señorial Villa Soledad, cercana al vizcaíno pueblo inexistente de Basondo, transcurre la acomodada vida de dos gemelas, Alma y Estrella, hijas de los marqueses de Zuloaga, propietarios de una mina de hierro que da vida al pueblo. Una maldición pesa sobre ellas: una de las dos morirá antes de cumplir los quince años. Poseedoras de unos dones extraordinarios más allá de lo natural, su distanciamiento con sus padres es notorio, preocupado él de su caza y sus amistades y ella de sus fiestas y relaciones sociales. En la casa vive Carmen, criada para todo y algo más que tiene una hija, Catalina, algo más pequeña que las gemelas. La maldición se cumple creando un drama familiar que hace que la hermana superviviente ─que llamaremos «X» en adelante para no descubrir los inicios de la novela─ sea deportada a un internado inglés para señoritas donde estará dos años sin volver a casa y sin apenas contacto familiar. Conocerá allí a un cowboy norteamericano, que provocará su expulsión del colegio y su vuelta a casa, donde se encuentra con una atmósfera irrespirable entre otras cosas debido a la mala marcha de la mina y el carácter del marqués, que sufrirá un accidente provocado por los poderes sobrenaturales de su hija quedando postrado. Nuestra protagonista, «X», escapa casándose con el cowboy y yendo a vivir a un rancho californiano donde tendrá que hacer funcionar sus especiales capacidades en dos ocasiones. Viuda y embarazada, con el rancho en bancarrota, decide regresar a Basondo que vive tiempos decrépitos, la marquesa ha muerto, el marqués está impedido y depende de Catalina, su hija bastarda en realidad, que le cuida. La Guerra Civil Española, que ha tenido lugar mientras «X» estaba en California, ha dejado Villa Soledad en estado de abandono y sin recursos. «X» y Catalina trazan un plan para recuperar el esplendor de Villa Soledad que lleva a «X» a Madrid, donde se codeará en fiestas con la alta sociedad de los vencedores de la posguerra, consiguiendo un ventajoso contrato para suministrar el wolframio de su mina a los alemanes que están en plena II Guerra Mundial. «X» usará de nuevo sus poderes para dotar de wolframio a la mina familiar y las cosas empezarán a marchar de nuevo, pero un siniestro capitán falangista, Villa, aparecerá de nuevo por Basondo y Villa Soledad buscando algo que solo «X» posee.

Llama la atención la fuerza de los principales personajes femeninos de la novela mientras que los masculinos son figuras poco gratas al lector. El marqués, el cura Tomás, Pedro (marido de Catalina) o el capitán Villa resultan poco gratos. Aunque hay muchos personajes, la autora ha sabido dotarlos de una fuerza y una cuidada psicología que hace que hasta los secundarios sean recordados por el lector. La lectura es adictiva y los toques «mágicos» derivados de los poderes sobrenaturales de «X», siempre realacionados con la naturaleza, están muy cuidados y no chirrían a pesar de inverosimilitud; «yo no creo en brujas, pero haberlas, haylas» dice el dicho popular. «X» pondrá en jaque todos los convencionalismos sociales de la época para defender lo suyo y a los suyos en los diferentes escenarios y situaciones en los que transcurre la novela, reivindicando una mayor presencia de la mujer en la sociedad. El escenario principal aparece nítido ante el lector que se imaginará la fuerza del bravío mar Cantábrico, los bosques impenetrables y hará cobrar vida a la casa indiana de Villa Soledad. Un relato extenso, con magia en sus 624 páginas en edición impresa y algo más de 191.000 vocablos que harán sin duda las delicias durante unas cuantas horas de los que se asomen a sus páginas.

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