Óscar Villarroel González es profesor del Departamento de Historia Medieval de la Universidad Complutense de Madrid. Especialista en las relaciones de poder de la Monarquía castellana y la Iglesia en la Baja Edad Media, ha realizado diversos trabajos en este ámbito. Desde 1999 ha participado en diversos proyectos de investigación centrados en el poder bajomedieval. Esto le ha llevado a participar en coloquios internacionales sobre el Cisma, las relaciones con el pontificado, su reflejo fiscal... Por otra parte, en el ámbito del poder, es especialista en la política exterior y la diplomacia de la Monarquía castellana. Fruto de ambas líneas de trabajo fue su obra «El rey y el papa. Política y diplomacia en los albores del Renacimiento», publicada en esta misma editorial. Forma parte también de diversos grupos de investigación nacionales e internacionales, como el Grupo de Investigación Consolidado Sociedad, poder y cultura en la Corona de Castilla, siglos XIV al XV, o el European Scientific Network Coordination, Approche interdisciplinaire des logiques de pouvoir dans les sociétés ibériques médiévales (GDRE-AILP), o La paix. Concepts, pratiques et systémes politiques. (Texto tomado de la contraportada del libro).
El libro está centrado de forma específica en los aspectos relativos a la legitimidad o ilegitimidad de Juana de Castilla, hija del rey Enrique IV y Juana de Portugal, su segunda esposa, nacida en 1462 y que fue objeto de toda clase de conjuras políticas en su sucesión al trono, hasta que al final sus detractores, entre ellos la que fue luego reina Isabel I de Castilla, consiguieron sustraerla su derecho sucesorio y alejarla de su tierra para acabar su vida desterrada en Portugal y teóricamente encerrada en un monasterio. Cuestionada desde todos los frentes, se alegó la supuesta homosexualidad y/o impotencia de su padre, la no validez canónica del matrimonio de Enrique y Juana, la posibilidad de que fuera hija de Beltrán de la Cueva y no del rey así como otros asuntos tangenciales que, debida y convenientemente aireados por los cronistas de la época, dieron en deslegitimarla y retirarla de la sucesión en favor de Isabel, la reina «católica», que aunque era su madrina siempre la trató de forma lejana y despectiva con apelativos como «esa muchacha» o «la hija de la reina». Justo es decir que, aun siendo la principal interesada, no estuvo sola dado que las diversas familias de nobles de la época jugaron un importante papel en el asunto para alcanzar sus fines.
Me ha resultado muy interesante la perspectiva del libro en el sentido de centrarse en este aspecto concreto de la deconstrucción de la legitimidad, o construcción de la ilegitimidad, de la princesa Juana dejando a un lado, o tratando de forma tangencial, los aspectos puramente históricos y que ahora están muy de moda con los capítulos televisivos de la serie «Isabel», serie muy interesante que acaba en estos días y que a lo largo de tres años ha hecho las delicias de los espectadores en sus treinta y seis capítulos, al tiempo que ha dado una pátina de conocimiento de una parte importante de la historia de España. El autor ha realizado numerosas investigaciones personales sobre documentos de la época al tiempo que ha rescatado información de historiadores reputados para darnos una serie de claves que nos permitan formarnos una idea y tomar nuestra propia decisión sobre el asunto, que no está claro ni nunca lo estará, pues aunque se dispone de los restos del padre no ocurre lo mismo con los de la hija cuya sepultura en un monasterio lisboeta desapareció por un terremoto. Una abundante bibliografía queda reseñada al final del libro así como la reproducción de diecisiete documentos importantes seleccionados por el autor.
De recomendada lectura pero solo para aquellos que ya conozcan la parte histórica de este personaje que puede leerse en otros libros entre los que podemos citar «Juana de Castilla, mal llamada la Beltraneja», de Tarsicio de Azcona, «La Beltraneja. El pecado oculto de Isabel la Católica», de Almudena de Arteaga, «Yo, Juana la Beltraneja. La reina traicionada» de José Miguel Carrillo de Albornoz, «La reina de las tres muertes», de José Guadalajara o, permítaseme un poco a de auto-publicidad, «Tres mujeres vilipendiadas por la historia» de Nieves García Domingo y Ángel-Luis Domínguez. Además de los citados, el personaje de Juana la Beltraneja aparece con profusión en otros muchos libros o documentos sobre la época y la vida de sus padres, tíos o primos.
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