BÚSQUEDAS en este blog

martes, 22 de noviembre de 2016

El calendario, de David Ewing Duncan

@Duncande David Ewing Duncan es un periodista norteamericano residente en San Francisco que trabaja en el mundillo de la televisión y la radio y colabora con numerosos grupos de los que en algún caso es fundador, actuando también como corresponsal de diarios y publicaciones como New York Times, Fortune, Wired, Discover, Atlantic, National Geographic y otras. Ha impartido numerosas conferencias, algunas de ellas en TED, que pueden seguirse a través de Youtube. Su libro más reciente, publicado en 2012, lleva por título «When I'm 164: The new science of radical life extension, and what happens if it succeeds» encuadrado dentro de la colección de libros TED. El libro que comentamos hoy «El calendario» o «Historia del calendario» ha sido traducido a 22 idiomas y da fe de la lucha épica de la humanidad para determinar un año verdadero y exacto. Fue publicado en español en 1999 por Ediciones Salamandra. Una biografía completa con sus libros, publicaciones y colaboraciones puede encontrarse en su página web .

¿Alcanzamos a preguntarnos por qué personas de muy diferentes religiones a la cristiana utilizan como fecha el «antes de Cristo» o «después de Cristo»? La historia del «homo» se pierde en sus comienzos estimados en más de siete millones de años pero es hace aproximadamente seis mil años cuando empiezan a quedar registros escritos que permiten establecer una cronología que en fechas anteriores solo puede ser aproximada por registros fósiles y sus dataciones. Diferentes civilizaciones como los sumerios, los egipcios, los griegos y los romanos, pero también los chinos o hindúes en Asia o los mayas y aztecas en América han tratado a lo largo de los siglos medir el tiempo con precisión. Julio César en el año 46 antes de Cristo—dejemos constancia de que todavía no había nacido Cristo—, el papa Juan I en el año 540 después de Cristo y el papa Gregorio XIII en 1582 marcaron hitos en el establecimiento de calendarios, habiendo llegado este último, denominado gregoriano en su honor, hasta nuestros días y siendo el que nos gobierna en nuestras vidas y relaciones. Los relojes atómicos funcionando en relación a las oscilaciones del cesio son el último paso de los utilizados a través de los siglos por estudiosos que han tratado de fijar la problemática de la medición exacta de los años y todas sus subdivisiones en meses, semanas, días, horas, minutos y segundos. La batalla ha sido continua y todavía no ha acabado porque las oscilaciones del eje y la rotación de la Tierra no son constantes y presentan variaciones que hacen necesario un ajuste cada cierto tiempo, bien es verdad que ahora cada cientos o miles de años. Miríadas de personas han mirado al sol, la luna y las estrellas haciendo uso de las matemáticas y la física para tratar de determinar con precisión el calendario, auspiciados o dificultados en Europa por la Iglesia y con el trasfondo de fijar con exactitud el día de la Pascua de Resurrección.

Es este un recorrido global por la historia reciente de la humanidad con la «excusa» del calendario, pero que nos deleita con numerosos datos históricos y numerosas biografías de muchos personajes desconocidos que contribuyeron con sus estudios y descubrimientos al avance en el estudio del tiempo. Yo que ya era aficionado tanto a este asunto de los calendarios como a la historia en general, y que ya reflejaba en el blog sensacioneinciertas el pasado año, la lectura de este libro, amenamente narrado y a mi entender por lo poco que conozco con un gran rigor histórico y una documentación excelente, me ha producido un disfrute excepcional y una mejora en mis conocimientos sobre astronomía, física y matemáticas. Un libro que lleva diecisiete años publicado en español y del que no tenía conocimiento; 320 páginas con 105.000 vocablos para adentrarse en un viaje extraordinario por la historia de la mano del autor y quedar fascinado con personajes como Galileo y Copérnico de los que todos hemos oído hablar, pero… ¿y Omar Khayyam, o Sosígenes de Alejandría o Dionisio el exiguo? ¿y de cómo se llegó al concepto del cero y la posición en la numeración? Y hay que decir que esto no acaba aquí, pues se alzan numerosas voces en pos de una normalización mundial del calendario, huyendo de conceptos como meses de diferentes longitudes o fechas variables derivadas de una religión que fue predominante en su día. El calendario, un milagro en la historia de la humanidad cuyo recorrido no ha acabado todavía. Tras la lectura sabremos que Cervantes y Shakespeare no murieron «exactamente» el mismo día y que si nos preguntan qué ocurrió el 12 de octubre de 1582 tendremos que hacer de gallegos y preguntar a nuestro interlocutor ¿en dónde?, ya que en algunos países como España y Portugal ese día no existió mientras que si aconteció en otros como Inglaterra o Rusia. Una lectura precisa, preciosa y muy recomendable.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Conversaciones con Rafa Nadal, de Ramón Rovira

@RafaelNadal Desde ayer domingo catorce de noviembre de 2016 está disponible en los quioscos este libro al imbatible precio de 2,99€, una promoción auspiciada por el Banco de Sabadell como uno de los patrocinadores de Rafael Nadal. Se trata de una publicación de poco más de cien páginas, muy cuidadas y con numerosas fotografías, donde se plasman los pensamientos de Rafael Nadal en formato de entrevistas realizadas por el periodista Ramón Rovira en los dos últimos años. Ramón Rovira es un periodista catalán nacido en 1959 con una dilata carrera profesional en prensa, radio y televisión y que en la actualidad es responsable de la comunicación y relaciones institucionales y subdirector general de Banco Sabadell. El libro está prologado por Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español y presentado por Josep Oliú, presidente del Banco de Sabadell.

Respondiendo a las numerosas preguntas, nuestro mejor tenista se confiesa en numerosos aspectos de su vida personal y profesional, dejando constancia de sus pensamientos en relación a la familia, su equipo, su entrenador, sus amistades, sus compañeros, sus contrincantes y en general de su vida y sus perspectivas de cara al futuro no solo en el mundo del tenis los años que le queden en activo, que esperemos que sean muchos, sino en su vida personal. Su conocida trayectoria queda fielmente reflejada en sus comedidas contestaciones donde prima la positividad y el agradecimiento por encima de todo.

Si yo era ya incondicional de la persona Rafa, con la lectura de este libro me reafirmo más en esa admiración. He quedado sorprendido por su relato de la «lesión mental» sobrevenida estos años atrás a raíz de sus múltiples lesiones y contratiempos, totalmente novedosa para él y que le sumía en un estado de ansiedad que no le permitía rendir al máximo en sus torneos. Los adjetivos que se le dedican — próximo, atento, educado, simpático, profesional, luchador, comedido, esforzado, comprometido, respetuoso, constante, agradecido—- yo los resumiría en dos que en su persona brillan sin par: humildad y bonhomía. Todo un ejemplo del que deberían tomar nota otros personajes públicos no solo del mundo del deporte sino de la política, la economía…

Numerosas frases del pensamiento de Rafael Nadal quedan para enmarcar, releer y no olvidar: «Pero lo que hace realmente bonita la victoria es todo lo que se ha hecho antes para llegar a ella», «…porque a mí me han educado en la responsabilidad y en no buscar culpables fuera de uno mismo cuando las cosas van mal…», «Creo que tengo la humildad necesaria como para seguir trabajando y estoy muy contento de lo mucho que he avanzado», «…pero el control de mí mismo, el control de mis emociones, de mi mente, en este caso, no me había fallado nunca hasta este año…» y tantas y tantas otras que hacen de este pequeño libro una joya de gran alcance por su sencillez y positividad. Muy recomendable para releer de vez en cuando.


martes, 8 de noviembre de 2016

Medusa, de Ricardo Menéndez Salmón

Ricardo Menéndez Salmón es un escritor español nacido en Gijón en 1971 y licenciado en filosofía por la Universidad de Oviedo, colaborador en varios diarios y revistas. Autor de una abundante bibliografía de obras de novela, relato, ensayo, poesía y teatro, ha recibido numerosos premios literarios y su obra ha sido traducida a varios idiomas. Alcanzó gran renombre en 2007, cuando su novela «La ofensa» fue considerada por varios medios como una de las mejores obras de novela narrativa del año, lo que volvió a suceder al año siguiente con «Derrumbe», segunda parte de una trilogía, la Trilogía del Mal, que culminó al año siguiente con «El corrector». Su bibliografía es muy extensa y en ella está incluido el libro que comentamos hoy «Medusa» publicado en 2012. Con posterioridad ha publicado, en 2014, «Niños en el tiempo» y «El sistema» en 2016.

El libro relata la historia del mito de Prohaska, alemán nacido en 1914 que padeció una terrible infancia al quedar muy pronto huérfano de padre y ser continuamente despreciado por su madre. Interesado desde niño en el mundo de la imagen, de joven prestó sus servicios como documentalista en el ministerio hitleriano de propaganda, donde filmó con estricta impasibilidad los horrores nazis. Pintor, fotógrafo y cineasta, cultivó el mundo de los grabados, la pintura y la fotografía, complementadas con algunas páginas escritas que dan testimonio de la desazón permanente que gobernó su existencia. Su agudeza mental y su fina mirada le llevó a tomar conciencia de muchos de los horrores del pasado siglo XX y a plasmar con gran fidelidad la condición humana en varios países y en unos años difíciles, de los treinta a los sesenta, consiguiendo estremecer al espectador que contempla su obra, que nos ha sido legada a través de su amigo Stelenski. El autor de la novela confiesa su acercamiento al tema al indagar en la construcción de la vida de este artista para documentar su tesis doctoral sobre la iconografía de la maldad en el siglo XX, según aparece en el propio libro… «Descubrí el Mito de Prohaska mientras intentaba escribir un fragmento de la Historia que Prohaska ayudó a construir. Fue en 1994, cuando acopiando documentación para asuntos relacionados con mi tesis doctoral acerca de la iconografía de la maldad durante el siglo veinte, vi una película de tres minutos y veintisiete segundos prosaicamente titulada Einsatzgruppe en Kovno. Lo hice el Vilna, en el apartamento de una antropóloga finesa especialista en la Segunda Guerra Mundial, que recopilaba toda la información existente acerca de la presencia nazi en los territorios de la Unión Soviética entre los años 1941 y 1945. La película era aterradora en su sencillez, pulcra y devastadora como una máquina de eviscerar.»

Por desconocida antes de iniciar su lectura sugerida en uno de mis clubes de lectura, me ha resultado sorprendente la temática del libro en el que el autor hace gala de una gran capacidad descriptiva para poner imágenes a los diversos episodios de la vida de Prohaska en sus diferentes aspectos humanos o artísticos y en su recorrido por hechos luctosos de todos conocidos. Un libro intenso y muy denso a pesar de su poca extensión —153 páginas conteniendo apenas 27.000 vocablos—, un relato realista, duro y revulsivo, que desasosiega y agita la conciencia del lector poniéndole ante tremendas situaciones atroces ocurridas el siglo pasado que revelan la pobreza y las vergüenzas de la condición humana sin dejarle alegar ignorancia ante unos hechos verídicos que nos resistimos a creer. Supongo que muchos lectores habrán abandonado en algún momento la lectura y yo confieso que he estado tentado a hacerlo, pero la riqueza de la prosa, en algunas ocasiones difícil de asimilar sin ayuda, y el manejo de las diferentes situaciones plasmadas en el libro me ha dado pie a finalizarlo. En palabras del propio autor… «Yo no escribo para alejar a nadie de la lectura, pero soy consciente de que cada escritor que tiene un nicho, un ecosistema en el que poblarse. Yo, quizás, demando, exijo, busco un interlocutor al que le guste un tipo de literatura que obviamente no es la literatura de consumo, la literatura más extendida entre la gente.». En suma un libro difícil de recomendar salvo a personas muy concretas. Se trata del primer libro que leo de este autor pero seguramente seguirán otros impactado por sus buenas formas de hacer literario.