Gregorio Marañón es mundialmente conocido en su faceta profesional de médico e investigador y no tanto como autor literario. Nacido en Madrid en 1887 fue uno de los grandes humanistas españoles del siglo XX. Su gran personalidad y sus ideas liberales le hicieron sufrir numerosos vaivenes en su vida por sus posicionamientos políticos en contra de la dictadura, lo que le llevó a residir varios años fuera de España al adoptar una postura crítica en defensa de la dignidad humana tanto contra republicanos como contra nacionales en la Guerra Civil Española. Fue académico de cinco de las ocho Reales Academias Españolas y destacó en el ámbito médico de la endocrinología con numerosas e importantes aportaciones científicas. En su faceta de escritor, cultivó lo que denominó como «ensayo biológico», del que este libro es una muestra, donde diserta sobre las emociones humanas poniendo como ejemplo la vida de un personaje. Yo he leído también el para mí interesantísimo «Ensayo biológico sobre Enrique IV de Castilla y su tiempo» en el que defiende la paternidad de este rey castellano sobre su hija Juana la mal llamada Beltraneja. Uno de los grandes hospitales públicos de Madrid lleva su nombre así como numerosas calles e instituciones en toda España. Falleció en Madrid en 1960 dejando una profunda huella humanista.
«La Historia juzga sólo los resultados y no los propósitos.»
Los primeros capítulos del libro contienen unas disertaciones profundas de don Gregorio sobre el resentimiento y su diferenciación con otros estados anímicos de las personas. Sentadas estas bases, comienza una descripción profunda de la vida en tiempos de Roma a caballo entre el nacimiento de Cristo, enfocado en la vida de Tiberio pero con numerosas alusiones a múltiples personajes de la época que le rodearon y sufrieron sus actos. La vida romana de entonces estaba plagada de traiciones, adulterios, divorcios y toda clase de actos que demostraban la baja condición humana y el poco respeto por la vida con tal de satisfacer las pasiones e intereses. Tiberio, considerado por muchos como un monstruo equiparable a Nerón o Calígula, nació en el año 42 antes de Cristo y llegó a gobernar en el año 14 de nuestra era, muriendo en el año 36. Antes de entrar de lleno y de forma directa en la vida de Tiberio, el autor describe con detalle las relaciones de Tiberio con numerosos personajes de su época, lo que da una idea de su personalidad. Posteriormente el relato se centra de forma directa en la vida y actos de Tiberio a partir tanto de los historiadores de la época como posteriores, diseccionando su personalidad al milímetro con acertadas aseveraciones.
«Un resentido es siempre una persona sin generosidad»
Si bien al principio me he encontrado confuso y perdido en el aluvión de personajes, muchos de ellos con nombres cuasi iguales, y sus relaciones, el eje del libro es maravillosamente llevado en una prosa ágil y culta que deleita al lector y le pone al cabo de las numerosas situaciones de la vida de la corte en la Roma de aquel final de siglo antes de Cristo y los primeros años tras su nacimiento en las luchas por el poder entre las dinastías Julia y Claudia. Este contexto propicia la explicación del autor sobre el resentimiento, encarnado de forma profunda en la figura de Tiberio, que le lleva a cometer toda clase de actos sintiéndose perseguido por todo y por todos, siendo capaz de ser magnánimo y al segundo siguiente convertirse en el peor de los monstruos incluso para sus amigos y familiares. No se trata tanto de la historia, que está perfectamente tratada, sino de ejemplificar el resentimiento como pasión humana, que explica muchas de las conductas que aún hoy en día se producen. «No sirvas a quién sirvió ni mandes a quién mandó» dice el refrán popular y en el propio libro se justifica que «sin embargo, la Historia no se hace sólo con datos, sino también con interpretaciones». El autor demuestra un profundo conocimiento del alma humana y de sus emociones, lo que plasma no solo en este libro sino en varios otros ensayos biológicos que publicó. Este libro fue publicado en 1939 durante el exilio del autor en París pero sus planteamientos siguen siendo sorprendentemente actuales.
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