Suelo huir de los libros de autoayuda. Sin embargo, esta fábula, obviando la forma en que está escrita y fijándose en lo que nos cuenta, ha llegado en el momento preciso.Tras pasar una larga temporada cogiendo polvo en mis estanterias, hace unos días lo leí de un tirón con breves periodos de reflexión entre medias. Me ha ayudado a recordar algunos puntos sobre la vida. Esos de los que todos estamos convencidos pero que dejamos que la rutina diaria vaya apartando de nuestra mente y relegando a las profundidades del olvido.
La importancia de tener un propósito en la vida, de disfrutar con lo que uno hace, que debemos salir de los pensamientos negativos que sólo nos conducen a una oscura espiral...
Además aporta una visión práctica de cómo conseguirlo usando técnicas indias milenarias.
Lo mejor: el recuerdo de este libro me ha ayudado esta semana a superar un par de situaciones difíciles, ¿qué más se le puede pedir a un libro?.
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