Como disfruto sobremanera con la novela histórica y soy adicto confeso a las narraciones de este autor, me he lanzado lo más pronto que he podido a devorar La Prisionera de Roma en cuanto ha estado disponible, gracias a los buenos quehaceres de nuestro conseguidor Miguel Angel. Recientemente publicada en Mayo de 2011, narra el episodio más intenso de la vida de Zenobia, muchacha nacida en la ciudad Siria de Tadmor, o Palmyra, hija de un comerciante y una esclava egipcia y que a sus catorce se casa con Odenato, regidor y señor de los palmirenos, que se encapricha de ella. De una belleza sin igual, políglota, especialmente dotada para las artes y las ciencias, experta amazona y saetera sin igual que superaba a muchos hombres, Zenobia cautiva a todos cuantos le rodean y ayuda y aconseja y acompaña a su marido en sus jornadas de caza y en sus guerras contra los persas, causando estupor y admiración en los soldados.
Da tres hijos a Odenato, pero los dos mayores fallecen pronto, quedando el pequeño Vabalato. Odenato estaba reconocido por los romanos como garante de su imperio, pero es asesinado víctima de una traición. Es en ese momento cuando Zenobia, que parecía de otra época, saca su genio y se hace nombrar reina a la espera de que crezca su hijo pequeño. Secundada por sus generales Zabdas y el griego Giorgios, su amante secreto bajo las estrellas, engrandece Palmira, mantiene a raya a los persas a los que vence en algunas escaramuzas, consigue ser reina de Egipto y desafía el poder de Roma, inmerso en muchas luchas fronterizas con los bárbaros del norte de Europa. El sueño acaba cuando el emperador romano Aureliano toma Palmira al frente de sus legiones.
Como ya es característica de este autor, el libro está muy bien construido, espléndidamente narrado y los personajes, reales e imaginarios, nos llevan por paisajes de ensueño y leyendas fascinantes cuya realidad o ficción son profusamente aclaradas al final del libro, situado en el siglo III después de Cristo, una época convulsa en el imperio romano.
Un pero que se podría poner al libro es su propio título ya que deja claro desde el principio que Zenobia va a acabar siendo apresada por Roma, lo que no ocurre hasta bien avanzada su lectura.
No creo que pudiera haber redactado mejor mi post del mismo libro, que hemos leído al tiempo, porque a los dos nos encanta el autor, y es que esta mañana cuando conversé con Angel Luis sobre el mismo, empecé a cavilar sobre que pega le pondría al libro, ya que como a Angel Luis me ha encantado, y evidentemente se me ocurrió lo mismo que a mi gran amigo, el título, que destripa parte de la trama del libro, que ya condena a Zenobia a perder la guerra contra Roma. Pero como en el post se detecta, un libro extraordinario que aclara al final las diferencias entre realidad y ficción y que los lectores disfrutamos A LO GRANDE.
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