En algo más de setenta mil vocablos, el libro narra con precisión los hechos reales ocurridos alrededor de Francisco Franco desde el quince de octubre de mil novecientos setenta y cinco, fecha el primer infarto agudo hasta el fallecimiento ocurrido un mes después. «En contra de lo que se piensa, ni siquiera la muerte iguala a los seres humanos. Como yo ya sospechaba» Con información de primera mano al estar presente casi de forma permanente junto al enfermo, primero en el palacio de El Pardo y finalmente en la residencia Sanitaria de La Paz, vivencias y pensamientos profesionales se entremezclan con los personales en esta narración, que supuestamente hace el autor a una de sus hijas, refiriendo hechos ocurridos muchos años atrás, pero de los que guarda vívidos recuerdos e información escrita en una carpeta de «fuelle».
«… el paciente, quizá por su aparente indefensión, por su precario estado de salud o simplemente por su edad avanzada, inspiraba más compasión que otra cosa. Era difícil imaginar, teniendo aquel ser doliente y menudo a la vista, que a lo largo de su vida hubiese sido el actor de tantas y tantas cosas terribles como sus oponentes y enemigos contaban de él. »Parece casi imposible una narración de lo ocurrido en un mes desde un punto de vista médico dé para escribir un libro. Un libro que me ha resultado, lo tengo que decir así, delicioso, por cómo se cuentan las cosas con independencia de ellas. Yo era muy joven cuando ocurrieron los hechos y solo recuerdo haberme enterado de la muerte del dictador a la salida del Metro camino de mi trabajo. Había muchos intereses creados por unos y otros y mucho se dijo y se ha seguido diciendo sobre su muerte, su fecha y sus condiciones. Creo que con la lectura de este libro, si se le da crédito y yo lo hago, queda todo clarito y meridiano. Me ha parecido muy bien narrado, perfectamente seguible y recomendable incluso aunque no estemos interesados en el tema por sus connotaciones, como ejercicio de sinceridad y de humanidad de un médico que sin quererlo se vio de pronto metido en el ojo del huracán en una carrera por detener o postergar lo que cada día que pasaba se veía que no tenía solución humana. Llegado este momento, ni un equipo de treinta y siete médicos de los mejores, con enfermeras, anestesistas y todo lo que hiciera falta, fueron capaces de sacar adelante a una persona que fallecía.
« … que los viernes por la noche se dedicaban, mientras cenábamos en restaurantes muy progres, a pontificar sobre la nueva España libertaria entre vahos de cigala y aroma de cohíbas. »
«…aplicaban el tratamiento del pim pam pum a todo bicho viviente. »
Por poner un pero, muy localizado y casi anecdótico, me ha extrañado el tratamiento que el autor, no olvidemos su condición de médico, hace en sus referencias a la hipnosis y un «estado transitorio de hipnosis» en su encuentro con una logia masónica, cayendo en uno de los «mitos» de la hipnosis que tanto confunden a la población en general y que no deberían hacerlo con un profesional.
«Una España sin Franco, en aquellos instantes, era una España abocada a un precipicio tenebroso y también, una España asomada al balcón de la esperanza. En cualquiera de los casos era una España nueva donde cualquier cosa, buena o mala, era posible».
«Desempolvé mi chaqué de bodas, me lo probé y concluí que aguantando un poco la respiración parecería que lo hubiese recién alquilado en Cornejo».
«Cuando se cierra una etapa de la vida que, para bien o para mal, se ha vivido intensamente, queda un extraño vacío en las recámaras de la mente que el óxido de las nostalgias trata inútilmente de rellenar»
De ciertos pasajes históricos, en apariencia esquilmados por tratadistas, no cesan de manar comentarios e interpretaciones que perfeccionan el debate sobre ellos. Uno de ellos es la larga y premeditada agonía del dictador.
ResponderEliminarEn este caso, concurren la privilegiada doble condición de personaje de excepción del proceso y de médico. Cuantas interrogantes, gestos, actitudes del círculo franquista y del cuadro de facultativos debieron de parecerle sospechosas y cuantas respuestas le habrá deparado a este autor los hechos posteriores.
Me parece un libro muy apetecible.
Veré si saco tiempo.
Gracias por tus reseñas. Un abrazo.