Un científico paleontólogo desaparece en una zona montañosa de Asia. Antes ha conseguido enviar a su instituto en EE.UU. un cráneo de Homo Neanderthalensis. Cuando proceden a datar el craneo, constatan que es reciente, no más de 25 años desde su muerte. Dos científicos, pareja anteriormente pero que ahora no lo son y antiguos discípulos colegiales del desaparecido, son enviados a la zona acompañados de una persona del instituto que desde el primer momento no juega limpio. Las vicisitudes se suceden hasta descubrir la existencia de dos colonias de homo sapiens y homo neardenthalensis que conviven en la zona en un equilibro inestable desde hace miles de años.
El ejercicio de juntar en un mismo respacio-tiempo a culturas desaparecidas con la nuestra está bien resuelto a mi entender. No caerá este libro entre mis favoritos pero el rato ha sido agradable y da que pensar en los procedimientos en los que alguien foráneo se inmiscuye y trastoca en un periquete todo lo establecido hasta ese momento.
Un poquito de agente secreto, de inteligencias norteamericas y soviéticas y de modernidad para aderezar y tenemos una novela entretenida y cuando menos curiosa.
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