Todo en orden, de Juan Torres

 

 Juan Torres nació en Madrid en 1954. Es poeta, dramaturgo, escritor y periodista. Durante los años ochenta y noventa del pasado siglo publicó seis libros de poesía, una obra de teatro y algunos cuentos. Colabora asiduamente en prensa y mantiene «El blog de Juan Torres»  desde el que otea y picotea en torno a su alrededor. Esta que hoy comentamos «Todo en orden» es su última novela excepción hecha de la publicación reciente como coautor «Balas de Fogueo. Memorias de un policía con memoria» comentada en este blog en este enlace. 

Entro en el coche y consulto el móvil. Tengo llamadas perdidas de Norberto y de mi madre. El primero es, seguro, para follar. La segunda, para darme por culo. Así que paso de los dos y me recuesto…

Nora —Nicanora— López es la alcaldesa de una pequeña localidad española. Separada, físicamente resultona —muslos muy bien torneados, las rodillas redondas y las pantorrillas finas— en su cuarentena, lleva ocho años en el cargo con un partido regional casi local y antes estuvo otros ocho en cargos relacionados con la política municipal. Se acercan las elecciones y Nora quiere seguir en el cargo al menos otra legislatura más. Pasado el tiempo, Nora nos cuenta los siete días intensos en los que tuvo que tirar de imaginación y algo más para allanar su camino hacia la alcaldía. El lector irá de la mano de Nora en una narración franca y directa de la vorágine por todos los entresijos municipales, familiares y personales. Familia, queridos, empleados, amigos, enemigos, políticos y rivales, periodistas, fiscales, policías, guardias civiles y más son descarnados hasta sus últimas consecuencias por una Nora que no se arredra ante nada.

Cuando conocí a Juan Luis era un tipo directo y sin vueltas. Pero a fuerza de polvos le he ido contagiando el cinismo, y ahora no estoy segura de que …

Puede leerse de forma libre el primer capítulo en la página web de la editorial en este enlace. Si lo hace, no podrá parar y tendrá que comprar el libro. Una magnífica creación de personajes, fundamentalmente de su protagonista, la alcaldesa Nora, sin perder de vista los resplandores sorprendentes in crescendo de su conductor Rufino. Será ficción, pero mucho me temo que es una descripción fiel de la realidad de la política española en muchos ayuntamientos. Divertida y estupenda, se lee de un tirón. Describe con humor y precisión la realidad de la política española en los últimos años y en la propia actualidad. Muy bien escrita, con una prosa grácil y giros de humor continuos que harán las delicias del lector. Un soplo de aire fresco porque, al decir del propio autor, «la novela combate al género negro. Estoy de novela negra hasta el gorro. Estoy de suecos, y noruegos, y escoceses, y juezas súper eficientes, y detectives entregados, y periodistas listísimos hasta más allá de las narices. Así que he escrito una novela contra todo eso.

En mi maletín, como siempre, no había nada, ni un solo papel, porque yo solo lo uso como ornamento de representación y, a veces, para meter el pan si lo compro por la mañana. No había ningún papel contra Molinero ni en mi maletín ni en ningún sitio, pero tampoco cuesta tanto armarlo.